20 de Marzo 2020. Inicia el simulacro de
aislamiento en Bogotá y empieza el miedo.
Azul
No diré que sé exactamente qué
escribir en este diario, pero mi experiencia inicial de confinamiento no fue
buena, pelea iba, pelea venía. Eran mis primeros días en el apartamento en que
vivo, como también en Usaquén, como también con mis roomates, que hasta el
momento, no pasaban de ser los conocidos de una amiga.
Buscando la manera de sentirme
cómoda en un sitio, el aislamiento me hizo una invitación prácticamente
imperativa a sobrevivir en un lugar desconocido, con personas desconocidas, y
pensándolo bien, tal vez era eso lo que necesitaba, era nuevo, todo era nuevo
para mí, esta vez yo tenía que ser suficiente y bastante para mí misma. Por
esto, la pandemia ha sido algo secundario para mí, no porque no la considere
grave e importante, pero es el, (mi) pretexto perfecto para re-hacerme, para
ver el miedo a los ojos, porque pese a todo, estar con, depender enteramente de
sí misma, siempre, luego de que cesa el pánico, da algo de calma.
Verde
A ciegas me mudé al apartamento, y a
ciegas me agarró el aislamiento, pues acababa de caer en la peor situación
económica y emocional de toda mi vida. Sin embargo, el espacio me resultó
ameno, estaba con personas amables y con la tranquilidad de tener un sitio para
vivir el confinamiento sin ninguna restricción. Sin embargo, el simulacro fue
el único tiempo en que estuve acompañada de mis compañeros, pues, una vez se
decretó la cuarentena oficial hasta el 13 de Abril, mis roomates se fueron de
la ciudad a pasar el aislamiento con sus familias. Yo decidí quedarme en el
apartamento a pasar toda la situación sanitaria, aunque sabía que la soledad me
pegaría duro, quise hacerlo, lo sentía prudente conmigo misma.
Días después, una de mis mejores amigas,
que de hecho vive muy cerca de mi apartamento, decidió venir a quedarse unos
días conmigo, no obstante, los días se fueron alargando y ella tomó la decisión
de pasar el resto de la cuarentena aquí, esta temporada se convirtió en la pijamada
eterna que tanto deseábamos hace un tiempo. Es por esto que me he referido a
este acontecimiento como un espacio de destrucción y reconstrucción. No me
refiero a la destrucción en una acepción negativa, sino como la destrucción de
muchos complejos y de la impotencia que desde hace tanto tiempo acompaña mis
acciones y comportamiento.
Sentirme(nos) segura(s) y reflexionar es lo
que he podido extraer de este tiempo aisladas, pues me doy cuenta de que
siempre hemos estado aisladas, confinadas, sin darnos cuenta porque antes
podíamos salir, pero esta vez, aunque se trate de un confinamiento mundial, las
mujeres siempre hemos estado confinadas, y esta situación, aunque parezca estar
pensada para el bienestar de todas, acentúa la violencia hacia nosotras.
Rojo
Días antes de que llegara mi amiga, tuve
un episodio de histeria fuerte producido por la soledad y la sensación de
impotencia y frustración de no poder hacer algo por mejorar mi situación
económica y emocional, pues estaba además de todo, lidiando con una ruptura. El
episodio no tuvo mucha duración y logré sentirme tranquila pronto, pero de
pronto sucedió algo extraño. Llegó la policía a mi apartamento, lo primer que
sentí fue miedo porque no sabía de qué se trataba, seguidamente abrí la puerta
y hablé con el agente, quien me preguntó por la persona con quien
supuestamente, yo había estado peleando, a lo que respondí que no estaba
peleando con nadie. Los dos policías que escoltaban la puerta quedaron un poco
desconcertados, así que me pidieron unos datos y se fueron, pero el evento me
dejó muy asustada, pues, teniendo en cuenta las últimas noticias de las que me
había enterado, creí que intentarían agredirme.
Así que sí, lo único que sentí y pensé fue
que realmente este encierro lo que hacía con muchas de nosotras era ponernos en
un riesgo enorme frente a la violencia de género, por esto es que he empezado a
considerar la compañía y la amistad de una forma particularmente valiosa. En
medio de todo, de la incertidumbre, del miedo y de la carencia, hay cosas,
personas y sucesos que rescatan, que hacen de este confinamiento un
acontecimiento restaurador.
Pinto por gusto, y eso, sin pensarlo me ha
llevado a solucionar varios inconvenientes estos últimos días. Dicen por ahí
que del arte nadie vive, y seguro hay casos en que esa afirmación resulta
cierta, pero por lo pronto, esos lienzos han salvado mi supervivencia y mi
tranquilidad, y por qué no decirlo, también un poco de autoestima. Y así, de
día en día, de noche en noche, las horas se hacen frescas y agradables, todo un
tiempo onírico de preparación para volver a enfrentar el rigor citadino de la
supervivencia. Este es el diario de los colores, no sólo porque cada color dé
cuenta de una emoción, sino porque son los colores los que me representan en
este confinamiento, los que han simbolizado el paso tiempo del encierro desde
mi perspectiva y mi experiencia.
Una historia muy particular, podría decir que una situación muy irreal, lucida y hasta disociativa. Grato poder leerla, me hace imaginar la paleta de colores que usas en tus pinturas y como se fragmenta el alma sobre los dichosos y al mismo tiempo desafinados colores.
ResponderEliminarUn ejercicio escritural muy interesante, incluso, teniendo la memoria del relato anterior han sucedido muchas cosas en terminos escriturales, develando como el tiempo nos transforma contundentemente.
que grato leerte!
por otro lado y sin animo de desmeritar el escrito ni lo que dije anteriormente muy sentido, me gustaria poderte comunicar compañera, pues quisiera hacer un protocolo de tu ponencia de una forma muy sentida, protocolizar tambien ese detras de los problemas filosoficos que puedo digamos ver reflejado en tu diario. No se como mas comunicarme contigo asi que por eso lo manifiesto por este lugar, espero no tomes estas palabras en ningun sentido de acoso academico o algo así, pues mi unica intencion es manifestar mi idea y comunicarme contigo sin que te sientas acosada por la ponencia, pues precisamente mi intencion del protocolo es contemplar ejl ejercicio de tu ponencia no solo en sentido rovbotico filosofico sino permitir hablar de tu ponencia desde otros aspectos, por esto me interesa hablar, comunicar, leerte- Espero entiendad, espero haber sido claro, dias coloridos compañera.