SER
MUJER EN COLOMBIA Y ¡CON PANDEMIA!
Al
escribir el título en lo único que puedo pensar es en que la vida nos ha
escupido, antes me la pasaba todos los días pensando en lo mal que está todo,
pensaba en las catástrofes, en la historia de guerras y penes con espadas, en
todas las muertes, violaciones y demás cosas horribles a las que siempre
estamos expuestas. Tengo problemas de ansiedad y depresión, quisiera sentirme
más segura de mí misma, poder hablar, salir, gritar sin tener miedo, tengo
compañeras fuertes, hermanas guerreras que pueden con todo este peso en sus
espaldas, pueden vivir guerreras pese a toda esta historia. Les aprecio, les
admiro, les honro, aprendo de ellas cada día, pero para mí no es fácil y sé que
para ellas tampoco lo es. Nacimos en Colombia, nacimos pobres, en un seno
familiar machista, a todas mis amigas las han violado o acosado, me cuesta
entender el para qué de una vida así, me cuesta entender el dolor para salir de
él, me pesa en la espalda, me duele, me agobia.
La
pandemia ha traído muchos retos para esta sociedad que está más acostumbrada al
ruido, a la fiesta, a la risa, al foforro, que, al silencio, la soledad y la
calma. Las personas deben seguir haciendo su vida, es fácil la posición
acomodada en la que estamos muchas personas de poder quedarnos en casa y seguir
trabajando desde allí, pero ¿qué pasa con las que trabajan informalmente? ¿qué
pasa con las compañeras trabajadoras sexuales? ¿qué pasa con la mamá que vive
bajo el brazo de un esposo maltratador? ¿qué pasa conmigo que, aunque las
personas cercanas a mi están bien, no siento nada que no sea dolor? ¿qué puedo
hacer para seguir?
Siento
más encierro del que ya de por sí por ser mujer me hacen pertenecer, mi
refugio, un poema.
La
Jaula- Alejandra Pizarnik
Afuera
hay sol.
No
es más que un sol
pero
los hombres lo miran
y
después cantan.
Yo
no sé del sol.
Yo
sé la melodía del ángel
y
el sermón caliente
del
último viento.
Sé
gritar hasta el alba
cuando
la muerte se posa desnuda
en
mi sombra.
Yo
lloro debajo de mi nombre.
Yo
agito pañuelos en la noche
y
barcos sedientos de realidad
bailan
conmigo.
Yo
ocultos clavos
para
escarnecer a mis sueños enfermos.
Afuera
hay sol.
Yo
me visto de cenizas.
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