domingo, 26 de julio de 2020

Diario 6



El Borde


El borde es la mejor manera que encuentro para acercarme a lo que he venido sintiendo últimamente. Tal vez me cuesta decir qué de todo lo que he aprendido en este curso es con lo que más logro complementar este pequeño escrito, pero lo cierto es que me siento y me veo en cada cosa nueva que aprendo sobre ser mujer, ser latinoamericana, y sobre todo, sobre ser quien soy.

Me siento abrumada, y juro que no sé cómo salir de ese sentimiento, leo para calmarme y evadir un poco de la angustia de vivir sin nada y del vacío en que me han arrojado las peripecias y las casualidades del camino. Pero duele y cada vez duele más profundo, me aferro a esto, a la carrera y a todo aquello que me deje entrever un poco más de mí, me aferro a todo aquello en lo que vea un potencial restaurador para mí y mi contexto.

Resignificar mi enojo y verle un sentido político ha sido una de las cosas que más me ha llenado de fuerza para sobrellevar el borde, para verme y saberme firme en las decisiones que he tomado, como también para estirar la mano y tocar un poco el futuro en el que me pienso y por el que me esfuerzo. Así, he ido cultivando nuevas cosas, aun con pandemia, y con miedo de la calle, con gente fuerte y segura de lo que exige he salido a gritar lo que nos han quitado, lo que nos deben por derecho y por dignidad.

Las mujeres, las y los trans, los no binarios y todxs lxs marginadxs, tenemos derechos por los cuales salir y por lo cuales luchar. La cuarentena parece haber puesto de vacaciones los procesos que se estaban llevando a cabo con las comunidades en riesgo, pero lo ciento es que las agresiones no paran y de hecho en este contexto de pandemia se han agudizado. Por eso, y por todxs nosotrxs, les comparto un bello poema del libro Calle Flamingo, Antología Marica, una recopilación de poemas y escritos por compañeros y compañeras, vivas y muertas de distintos colectivos y lugares, incluyendo la Universidad Pedagógica Nacional.

Aquí va un poema de la difunta Lala Switch Alarcón, estudiante de Artes Escénicas de la Universidad Pedagógica y trabajadora sexual del barrio Santa Fé:


Sin Título

No soy un foco de infección
Soy una mujer que ejerce sus derechos sexuales con ánimo de lucro
y eso no me deslegitima ni intelectual ni políticamente

Soy una puta feminista
que reivindica todas las formas de ser mujer desde su realidad
y que abiertamente dice: puta sí – tuya no.


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